Conocer las necesidades, tener claro el presupuesto destinado y determinar el impacto final deseado. Desarrollar una estrategia a nivel conceptual, de comunicación y ejecución que cumpla con los objetivos deseados.
Conociendo el objetivo del proyecto, podemos afrontar una fase de investigación, necesaria para dar bases reales al proyecto. Resulta indispensable una buena química entre agencia/cliente, la comunicación entre ambas partes, con sus posiciones particulares, que nos permita avanzar y definir el camino a seguir para desarrollar la idea surgida del proceso previo.
Identidad de marca y posicionamiento
Publicaciones, jerarquía impresa y digital.
Ideas y conceptos tradicionales / digital
Creatividad, imagen y comunicación creativa
Identificar, describir y promocionar el producto
Visual, motion graphics, web y aplicaciones
Forjamos en elementos y formas el proyecto en sí. Elegimos la opción más satisfactoria y adecuada a las posibilidades y necesidades del cliente. Fijamos las bases teóricas corporativas de cada proyecto, las piezas necesarias, la unidad de campaña…
Todo ello en su conjunto generará un conocimiento o idea determinada ligada a la marca. Es la finalización del objetivo gráfico y visual.
Área técnica y gráfica unidas entre sí. La calidad en la producción de las piezas no es más que el paso final pero a la postre primordial en la obtención del objetivo. Por ello, en la fase de producción no debemos olvidarnos del cuidado de los materiales y la repercusión de estos en el proceso de comunicación, para que el mensaje sea efectivo. El objetivo es ceñirnos al presupuesto y respetar la calidad, siempre optimizando los recursos. En definitiva, concluir el trabajo de manera eficaz.